lunes, 3 de octubre de 2011

Rubén Dario - Azul









Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867 - León, 6 de febrero de1916), fue un poeta nicaragüense, máximo representante del Modernismo literario en lengua española. Es posiblemente el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.


















Fue el primer hijo del matrimonio formado por Manuel García y Rosa Sarmiento, quienes se habían casado en León el 26 de abril de 1866, tras conseguir las dispensas eclesiásticas necesarias, pues se trataba de primos segundos. Sin embargo, la conducta de Manuel, aficionado en exceso al alcohol y a las prostitutas, hizo que Rosa, ya embarazada, tomara la decisión de abandonar el hogar conyugal y refugiarse en la ciudad de Metapa, en la que dio a luz a su hijo, Félix Rubén. El matrimonio terminaría por reconciliarse, e incluso Rosa llegó a dar a luz a otra hija de Manuel, Cándida Rosa, quien murió a los pocos días. La relación se volvió a deteriorar y Rosa abandonó a su marido para ir a vivir con su hijo en casa de una tía suya, Bernarda Sarmiento, que vivía con su esposo, el coronel Félix Ramírez Madregil, en la misma ciudad de León. Rosa Sarmiento conoció poco después a otro hombre, y estableció con él su residencia en San Marcos de Colón, en el departamento deCholuteca, en Honduras.




Azul es un libro de cuentos y poemas del poeta nicaragüense Rubén Darío, considerado una de las obras más relevantes del modernismo hispánico. Se publicó por primera vez en Valparaíso el 30 de julio de 1888. Dos años después, en Guatemala, apareció una segunda edición, corregida y aumentada.

Creación

Los poemas y cuentos que componen el libro fueron en su mayor parte escritos por Rubén Darío durante su estancia en Chile, país en el que permaneció entre 1886 y 1889. Todos los textos habían aparecido previamente en la prensa chilena, entre el 7 de diciembre de 1886, fecha en la que apareció "El pájaro azul", y el 23 de junio de 1888 ("Palomas blancas").


El título

No está clara la razón por la cual Darío tituló así el libro. En su primera edición, la obra llevaba un prólogo de su amigo chileno Eduardo de la Barra con un epígrafe de Víctor Hugo, poeta muy admirado por Darío, que dice así: "L'art c'est l'azur". En una nota a la segunda edición del libro, de 1890, el autor explica que esta cita del poeta francés motivó el título. Sin embargo, años después, en Historia de mis libros (1913), negó esta relación. Según explica en esta obra, el azul era para él "el color del ensueño, el color del arte, un color helénico y homérico, color oceánico y firmamental".


Primera edición

En su primera edición, de 1888, el libro estaba dividido en las siguientes partes:
  • "Cuentos en prosa", que incluía los relatos "El Rey Burgués", "La Ninfa", "El fardo", "El velo de la reina Mab", "La canción del oro", "El rubí", "El palacio del sol", "El pájaro azul" y "Palomas blancas y garzas morenas".
  • "En Chile", con dos textos en prosa: "Álbum porteño" y "Álbum santiagués".
  • "El año lírico", con cuatro poemas dedicados a las cuatro estaciones: "Primaveral", "Estival", "Autumnal" e "Invernal".
  • Dos poemas sueltos: "Pensamiento de otoño" y "Anagke".
En los relatos, Darío inserta con frecuencia temas y motivos de la mitología griega, pero también de los cuentos de hadas. Aparecen personajes como Mab, la reina de las hadas, o Puck, el duendede El sueño de una noche de verano de William Shakespeare. A pesar de que predomina este ambiente de ensueño, destaca por su estética próxima al naturalismo el relato "El fardo", que relata la muerte de un joven trabajador portuario. La denuncia de la injusticia social no es ajena a estos cuentos: está presente también en el relato "La canción del oro", en el que un pobre poeta bohemio entona un amargo himno al oro (que vale aquí como metonimia del dinero).
Uno de los ejes temáticos de los relatos incluidos en Azul... es la reflexión, muchas veces amarga, sobre la condición del artista en la sociedad burguesa. El mejor ejemplo es "El Rey Burgués", irónicamente subtitulado "Cuento alegre", en el cual el poeta protagonista es condenado por el rey que da título al cuento a accionar sin descanso el manubrio de una caja de música. Los críticos han comentado que en gran medida esto refleja la desubicación personal del propio autor entre la plutocracia chilena.


ecepción

En un primer momento, la publicación de la obra no tuvo demasiada repercusión, fuera de alguna reseña en la prensa chilena. Sin embargo, en octubre de 1888, el novelista español Juan Valera, cuya opinión era muy respetada entre los intelectuales de España e Hispanoamérica, publicó dos cartas en el periódico El Imparcial, de Madrid, en los cuales elogiaba a Rubén Darío, porque a pesar de la fuerte influencia de la literatura francesa, había sabido destilar una personalidad propia:
Y Ud. no imita a ninguno: ni es Ud. romántico, ni naturalista, ni neurótico, ni decadente, ni simbólico, ni parnasiano. Usted lo ha revuelto todo: lo ha puesto a cocer en el alambique de su cerebro, y ha sacado de ello una rara quinta esencia.2
La aprobación de Valera, difundida en la prensa de Chile y de otros países de lengua española, supuso la fortuna del libro. La primera edición se agotó rápidamente. Desde 1889, Darío comenzó a preparar la segunda edición, que aparecería en Ciudad Guatemala el 4 de octubre de 1890.


Segunda edición

La nueva edición se amplió con nuevos textos, tanto en prosa como en verso. Se añadieron los relatos "El sátiro sordo", "La muerte de la emperatriz de la China" y "A una estrella", así como nuevas secciones de poemas, tituladas "Sonetos áureos", "Medallones" y "Èchos" (tres poemas en francés), y un poema suelto "A un poeta". La nueva edición llevaba además notas del autor aclarando algunos aspectos de los textos incluidos en el libro. Por último, el nuevo Azul... incorporaba las dos cartas de Valera al inicio del libro, antes del prólogo de Eduardo de la Barra.
Especialmente notables son los "Sonetos áureos", por la novedad que suponen para la métrica española, ya que están escritos en alejandrinos. El primero de ellos, "Caupolicán", está basado en un pasaje de La Araucana, de Alonso de Ercilla, que refiere el heroísmo del caudillo araucano Caupolicán. La sección "Medallones" reúne seis poemas dedicados a sendos autores admirados por Darío: los franceses Leconte de Lisle y Catulle Mendès, el estadounidense Walt Whitman, el cubano José Joaquín Palma, el italiano nacionalizado francés Alejandro Parodi, y el mexicano Salvador Díaz Mirón.
La segunda edición tuvo mayor difusión que la primera. Se sabe que recibieron ejemplares del libro el cubano Julián del Casal, y el español Salvador Rueda (el volumen de Rueda sería posteriormente heredado por Juan Ramón Jiménez).


Otras ediciones

Una nueva edición, mutilada (faltan los textos en prosa) y no autorizada por el autor, apareció en Santiago de Chile en 1903. La siguiente edición (Buenos Aires, 1905), aunque contó con la aprobación de Darío tampoco era completa, pero fue la que alcanzó mayor difusión y se convirtió en la referencia para futuras publicaciones. Nuevas ediciones en vida del poeta se hicieron en Barcelona (1907) y Valparaíso (1912). Desde entonces, se han sucedido con regularidad las ediciones en todos los países de lengua española, si bien con frecuencia son poco fieles a la que puede considerarse canónica (la de 1890).




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